
Puerta a la memoria. Boceto definitivo para un monumento sobre memoria histórica en Doña Mencía
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y oxidado
- 43 x 46 x 20 cm

Sobre la identidad fisurada de un país. Monumento a la memoria histórica. Versión II
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG, pulido y oxidado
- 48 x 22 cm diamétro

Sobre la identidad fisurada de un país. Monumento a la memoria histórica. Versión III
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG, pulido y oxidado
- 48 x 43 x 24 cm

Ventana a ninguna parte
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y pulido
- 47 x 44 x 4 cm

No hay salida
- Corte láser sobre acero inoxidable de 4 mm, pulido y soldado sobre chapa pavonada
- 38 x 30 x 6 cm

Pliegues en la identidad
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldado y pulido
- 45 x 51 cm

Laberinto identitario
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y pulido
- 42 x 44 cm

Huella
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldado y pulido
- 30’5 x 19’5 cm

Huella en espiral
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y pulido
- 33 x 20 cm

Fisuras en la identidad
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y pulido
- 40 x 21 cm

Yo resquebrajado
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y pulido
- 56 x 56 cm

Mi huella, surcada de cicatrices
- Corte láser sobre acero de 4mm, soldadura TIG y pulido
- 45 x 30 cm

Autorretrato con forma de mano derecha
- Corte láser sobre acero inoxidable de 4mm.
- 142 x 110 cm

Autorretrato con forma de mano izquierda
- Corte láser sobre acero al carbono, soldadura TIG y pavonado.
- Dimensiones del conjunto variables. 114 x 112 cm.

Autorretrato con forma de pies
- Corte láser sobre acero al carbono, soldadura TIG y pavonado.
- Dimensiones del conjunto variables. 140 x 52 cm cada pie.
Pensar que la identidad es algo monolítico es una falacia. Todo fluye, impermanente, eternamente cambiante; y nosotros mismos no somos idénticos a los de ayer. Cuando Heráclito decía que no nos bañamos dos veces en las aguas del mismo río, no era sólo porque esas aguas ya han discurrido río abajo, sino porque nosotros también hemos cambiado. Variamos como las esquinas, quiebros, tortuosidades del camino que recorremos, en el propio laberinto de nuestra existencia, cuyo trazado se parece al que llevamos dibujado en las yemas de los dedos.